A Lukas le regalan un gatito negro —con la punta de la cola blanca— por su cumpleaños número seis. Pronto se encariña con el felino y aprende a convivir con él, a servirle comida en su platito cuando tiene hambre, a reconocer los lugares donde acostumbra esconderse. El diálogo interno de Lukas da cuenta del amor que el niño comienza a sentir por su nueva mascota, con quien duerme cara a cara. “Te tengo a ti”, dice Lukas a su gatito.
Un día, el gatito desaparece.
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